Fogones de gas contra eléctricos: ¿Cuál es realmente más eficiente?
Tanto los fogones de gas como los eléctricos se encuentran esencialmente en el mismo rango de precio, dependiendo de la marca y el modelo. Si compras un fogón eléctrico de gama baja puede ahorrar dinero con la compra, pero los costes de uso a la larga comenzarán a acumularse cuanto más cocines.
¿Cómo funcionan?
Para comprender por qué los fogones de gas te ahorrarán dinero, primero necesitas saber cómo los fogones de gas y eléctricos funcionan.
Cuando usas un fogón de gas, el gas natural entra a tu fogón desde el suministro principal de gas de tu casa. El gas entra al quemador, donde se combina con aire dentro de un tubo mezclador. A medida que la mezcla de gas y aire se libera a través de los agujeros en el quemador, se mezcla con aún más aire. El sistema de encendido enciende la mezcla de gas y aire, creando una llama azul. Al girar la perilla del quemador, controlas exactamente la cantidad de gas que llega al quemador. Cuanto más alto lo gires, más gas se libera.
Cuando utilizas un fogón eléctrico, la electricidad pasa a un cable dentro de las bobinas en la parte superior de la cocina. Cuando enciendes el dial en el fogón, la electricidad fluye hacia la bobina y calienta el metal. Puedes ver que la electricidad fluye hacia la parte superior de la cocina cuando se vuelve de color naranja brillante. Cuanto más gire la esfera, más electricidad fluirá hacia el quemador y más calor tendrá, pero el control no es tan preciso como lo es con un fogón de gas.
El ganador en eficiencia (y en funcionalidad)
El claro ganador en la batalla de eficiencia energética entre el gas y la electricidad es el gas. Se necesita aproximadamente tres veces más energía para producir electricidad en un fogón eléctrico.
Los fogones de gas también pueden ser el claro ganador cuando se trata de facilidad de uso. Aunque los fogones eléctricos a veces se calientan más rápido que el gas, los cocineros pueden controlar el nivel de calor más rápido y fácilmente con un fogón de gas al encender o apagar la llama. Además, los quemadores eléctricos del fogón tienden a mantener el calor por más tiempo, por lo que si dejas una olla en él, la comida puede seguir cocinándose aún después de haberlo apagado, y eventualmente quemarse.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir