Electrodomésticos más fáciles de reparar gracias a la nueva normativa europea

La publicación de la nueva Directiva de Ecodiseño de la Unión Europea a principios de octubre de 2019 ha revolucionado el sector de los electrodomésticos gracias a una nueva normativa que pretende garantizar la durabilidad y la reparabilidad de los aparatos del hogar.

Esto significa que electrodomésticos como frigoríficos, congeladores, televisores, monitores, productos de iluminación, secadoras, lavadoras y lavavajillas que se comercialicen en la UE deberán cumplir a partir de 2021 determinadas disposiciones que aseguren extender su vida útil.

El diseño ecológico inteligente sirve para utilizar los recursos de una manera más eficiente

Estas nuevas e innovadoras medidas de diseño ecológico, también llamado ecodiseño,  obligan a los fabricantes a concebir los electrodomésticos de forma que las reparaciones que haya que hacerles en un futuro sean sencillas, así como su reciclaje, en caso de que la reparación no sea factible.

Esta normativa medioambiental pretende dar una vida útil mucho más larga a los electrodomésticos con el cumplimiento de unos requisitos mínimos de reparabilidad que ayuden a reducir la demanda de nuevos modelos y las emisiones de carbono, un gran paso que mejora la eficiencia energética de aparatos presentes en casi todos los hogares.

Repuestos y recambios disponibles hasta diez años después de la fabricación de los aparatos

Estas disposiciones también obligan a los fabricantes a mantener un stock mínimo de piezas destinadas a la reparación de los electrodomésticos durante un mínimo de siete años, en el caso de los frigoríficos, y hasta diez años en el caso de las lavadoras y los lavavajillas.

Estos recambios deberán entregarse en un plazo máximo de 15 días y podrán ser sustituidos con herramientas comunes al alcance de todas aquellas personas que tengan conocimientos de reparación de electrodomésticos.

Estas medidas suponen mayor protección para los consumidores y para el medio ambiente

Este conjunto de normas tienen un objetivo doble: protegen el medio ambiente a través del ahorro en la energía que se consume en la fabricación de los electrodomésticos, que además duran más, y promueven la economía circular entre los hogares europeos.

La UE calcula que esto supondrá un ahorro de 167TWh al año hasta 2030 o, lo que es lo mismo, un reducción de más de 46 millones de toneladas de CO2. Los bolsillos de los consumidores también se beneficiarán, ya que podrán ahorrar una media de 150 euros al año gracias a estas medidas. Los usuarios también tendrán a su disposición un completo etiquetado con información sobre los electrodomésticos a la venta que les ayudará a tomar decisiones respetuosas con el medio ambiente.

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