3 Formas de evitar que alguien robe tu Wi-Fi

¿La velocidad de tu Wi-Fi ha disminuido bastante últimamente? ¿Tus dispositivos ni siquiera son capaces de conectarse a la red? Puede que tu compañía esté atravesando una caída de recursos, o que alguien esté robando tu Wi-Fi. Si descartas lo primero, más vale que tomes las siguientes precauciones por si acaso.

Descubre qué dispositivos están conectados a tu red

Muchos de los routers actuales cuentan con aplicaciones complementarias que permiten monitorizar y controlar tu red directamente desde tu teléfono. Consulta el manual de usuario de tu router para ver si incluye esta función, o consulta con tu compañía si ofrecen soporte técnico para ayudarte a instalar un router que sí incluya esta funcionalidad (Google, Netgear o Asus son sólo algunas de las marcas que ofrecen este tipo de modelos, pero hay muchas más).

Partiendo de la base de que tu router ya te ofrecía esa posibilidad, o de que has adquirido uno nuevo que la ofrece, si ves un dispositivo activo en tu red que claramente no pertenece a tu hogar (como un PC Apple cuando tu ordenador es Windows o un iPad que no tienes), este es un indicio que nos permite afirmar que otra persona puede estar usando tu Wi-Fi.

A veces, dentro de la lista de dispositivos conectados a tu red hay elementos marcados con etiquetas como “Dispositivo desconocido”. Para identificarlos, apunta su dirección MAC e IP y compárala con la de tus propios dispositivos. Si no coinciden con ninguno, malas noticias.

Asegúrate de que tu red Wi-Fi sea segura

Si aún no estás usando una contraseña para acceder a la conexión Wi-Fi de tu casa, es lo primero que deberías hacer. Dejar tu red abierta es como poner un cartel luminoso en la calle más grande de tu ciudad que diga Wi-Fi gratis. Si ya usas una contraseña, es el momento de cambiarla.

El protocolo de seguridad de la contraseña que deberías crear es WPA2, selecciona esa opción dentro de la configuración de tu router y deberías poder cambiarla.

Mantente al día

Las actualizaciones de software son muy importantes para evitar brechas de seguridad en tu red. Corrigen y aplican las medidas necesarias para protegerte frente a las amenazas más actuales, y esto no sólo se aplica a tu router, también a tu ordenador, teléfono móvil, Tablets y cualquier otro dispositivo que disponga de conexión Wi-Fi.