3 Formas de cuidar y almacenar tu cristalería
Mantener tu cristalería impecable es una de las razones por las que te sientes orgulloso cuando tus visitas te piden beber algo de vino. Sacar del armario esas impolutas copas y demostrar que eres un anfitrión respetable siempre resulta muy placentero. No obstante, en ocasiones diversos factores pueden afectar a la superficie de nuestra cristalería. ¿Cómo evitarlo?
Hoy os dejamos 3 consejos para que te asegures de que tus copas de vino se mantienen en las mejores condiciones posibles:
¿Son aptas las copas de vino para el lavavajillas?
Hay mucha desinformación cuando se trata de lavar copas de vino. Muchos se preguntan si realmente son aptas para el lavavajillas y si un lavaplatos ayudará a quitar el residuo deln vidrios. La respuesta a ambas preguntas es sí, incluso las copas de cristal pueden colocarse en el lavavajillas. Pero antes de nada, hay diversas cosas que debes tener en cuenta:
- Si colocas copas en el lavavajillas, asegúrate de colocarlas de manera que no se muevan. Las copas de vino suelen estar fabricadas con vidrio muy sensible, por lo que cualquier movimiento podría echar a perder una de tus preciosas copas.
- Después de que termine el ciclo de lavado, abre tu lavavajillas lo antes posible para dejar escapar el vapor.
- Añade algo más de tiempo del habitual al ciclo de enjuague o enjuaga las copas a mano.
- Seca tu cristalería a mano con una toalla limpia.
Nunca las almacenes boca abajo
Puede parecer lógico guardar las copas al revés para evitar que entre el polvo, pero eso no significa que sea lo más indicado. Resulta que almacenarlas boca arriba es lo mejor para protegerlas, ya que disminuye el peso sobre el borde. Además esta postura también ayuda al cristal a “respirar”, evitando que se congestione, ya que permite que el aire no quede atrapado en el interior.
Si te preocupa el polvo, un enjuague rápido y luego secar el vidrio con una toalla limpia resolverá rápidamente el problema.
Manchas difíciles en decantadores
Si sacaste tu vino tinto favorito de la vinoteca y lo dejaste respirar durante un tiempo en el decantador, es posible que algo de tiempo después mires impotente la descolorida parte inferior preguntándote cómo vas a limpiarla.
Quitar manchas del interior de un decantador es fácil si sigues estos pasos:
- Enjuaga la jarra lo más minuciosamente posible para sacar todo el residuo de vino
- Rellénala con agua tibia
- Mezcla sal gruesa y vinagre blanco
- Cubre la parte superior del fondo del decantador con la mezcla y agita bien hasta que el agua cambie de color y puedas ver cómo se levantan las manchas.
- Enjuaga bien con agua tibia
- Seca el exterior con un paño limpio y luego coloca el decantador boca abajo sobre una superficie fría (no madera) durante 30-45 minutos.
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